El Marco Curricular se ha estructurado en cuatro grandes áreas que permiten una mejor comprensión y aplicación pedagógica. Las áreas son interdependientes y complementarias y se subdividen en ejes. Estos trazan los lineamientos generales que agrupan las competencias específicas que se aspira lograr.
Área del conocimiento de sí mismo
A través de la interacción consigo mismos y con el entorno y las personas que les rodean, los niños construyen la base de su aprendizaje. El autoconocimiento también facilita la interacción social y contribuye con el desarrollo de la independencia. El soporte afectivo que reciban los niños durante este proceso, será clave para la adquisición de la seguridad. El objetivo de esta área es promover el reconocimiento de las características y singularidades que los hacen seres únicos. Para ello se promueve el desarrollo de las habilidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas.
El área del conocimiento de sí mismo contempla cuatro ejes:
Eje corporeidad: En los primeros años el niño descubre su corporeidad. La exploración de sus posibilidades de movimiento y habilidades sensoriales le permite adquirir nuevos conocimientos de sí mismo y del entorno. En este eje también se trabaja en la integración de aspectos emocionales, cognitivos, sociales y culturales. Todo ello contribuye a la construcción de su propia imagen y favorece la comunicación con los otros.
Eje identidad: La construcción de la identidad es un proceso que permite al niño reconocer su singularidad y diferenciarse de los otros. La formación del autoconcepto inicia a partir de los dieciocho meses de edad. Saber quién es le permite afianzar su autoestima y repercute en su relacionamiento social. Los adultos significativos juegan un papel clave en el desarrollo de una autopercepción positiva.
Eje autonomía: Desde los primeros años debe estimularse la independencia del niño. La autoconfianza y la seguridad en sí mismo se adquieren de manera gradual. En este sentido deben favorecerse las actividades que posibiliten el desarrollo de la iniciativa. Así, los niños aprenderán a cuidarse a sí mismos y a regular sus emociones y conductas.
Eje pertenencia: Desarrollar el sentido de pertenencia en los niños les aporta seguridad y facilita el proceso de socialización. Al saberse parte de un grupo le será mucho más sencillo incorporar los valores y conductas aceptadas. En este eje se trabaja la pertenencia a la familia, la comunidad, el centro educativo, etc. Conforme avanza el desarrollo del niño, los grupos de referencia serán más amplios.
Área de la comunicación
La comunicación es una herramienta básica para el aprendizaje y la interacción social. Este proceso de doble vía involucra tanto la producción y emisión, como la recepción e interpretación de mensajes. La dimensión comunicativa no se limita al lenguaje hablado, sino que también comprende los lenguajes no verbales, expresivos y multimediales. Todos ellos se manifiestan en las distintas actividades de los niños, juegos y otras interacciones permitiéndoles construir significados. La comunicación permite al niño comprender el mundo que le rodea, además de favorecer la expresión de su individualidad.
Es por ello que esta área promueve el desarrollo de los diferentes lenguajes, a fin de propiciar la inserción del niño en su entorno. Se busca favorecer la adecuada expresión de emociones, deseos, sentimientos e ideas
Eje expresión y creatividad: Este eje promueve el desarrollo de la sensibilidad estética y la creatividad. A partir de la expresión de sus experiencias, emociones, sentimientos e ideas, los niños comparten sus aprendizajes.
Eje lenguaje preverbal y verbal: Incluso antes de dominar el lenguaje hablado, los niños construyen significados a partir de interacciones comunicativas mediante gestos y reacciones. La adquisición de la lengua materna se inscribe en este eje, donde también se introducen algunas expresiones en otros idiomas.
Eje lenguaje multimedial: Se ponen a disposición del niño diferentes recursos tecnológicos y lúdicos que promueven la expresión y comunicación. Además de los aprendizajes inherentes al área, se promueve la alfabetización multimedial.
Área del conocimiento del ambiente
El niño adquiere sus primeros conocimientos del entorno que le rodea. Este proceso continua a lo largo de su vida, aportando nuevas experiencias que el pequeño asimila e integra al aprendizaje. El ambiente natural, social y cultural configuran el contexto donde se producen las interacciones y se les asigna significado. Gracias a la exploración, el niño se apropia del entorno y actúa sobre él. Establece relaciones, elabora hipótesis y descubre la causa-efecto.
Mediante la representación recrea hechos del mundo natural, social y cultural, incursionando en los procesos de abstracción.
El objetivo primordial de esta área es propiciar la interacción con el entorno. Se busca que el niño explore y establezca relaciones afectivas y procesos creativos con su ambiente natural, social y cultural. Esto favorecerá el despertar de su curiosidad e intereses.
Eje contexto social y cultural: El reconocimiento del contexto humano y físico al cual pertenece permite al niño aprender su cultura. Igualmente se promueve el respeto por otras, promoviendo la diversidad.
Eje contexto natural: Permite al niño descubrir los elementos y fenómenos de la naturaleza. En este eje se promueve el aprendizaje de las características y relaciones del mundo animal, vegetal y mineral. Asimismo, permite conocer las formas en que los seres humanos pueden contribuir a cuidar el ambiente.
Eje relaciones lógico-matemáticas: Con base en situaciones de la vida cotidiana, el niño aprende a establecer relaciones lógico-matemáticas y de causalidad. Es también en este eje donde se incorporarán gradualmente las nociones de espacio y tiempo.
Área del bienestar integral
El bienestar integral comprende la satisfacción de las necesidades materiales, emocionales y sociales del niño. El niño necesita de atención y cuidados que favorezcan su desarrollo y garanticen su subsistencia. Las condiciones varían a lo largo del crecimiento del niño y en función de ello deben ajustarse oportunamente. Las relaciones positivas con adultos significativos y pares, favorece el desarrollo de la autoconfianza y estimulan la curiosidad e interés del niño. Por ello, el objetivo es procurar la satisfacción de las necesidades en un ambiente saludable y seguro.
Eje convivencia: Se refiere a los aprendizajes derivados de los procesos de interacción social, que permitan la manifestación de gustos e intereses. Estos deben procurar el establecimiento de vínculos afectivos y el fomento del respeto y la colaboración.
Eje vida diaria en relación: Atendiendo a los ritmos vitales individuales se procura el aprendizaje de la sensación de bienestar. Implica la satisfacción de necesidades de alimentación, higiene, descanso y prevención de riesgos.
Eje de espacio-ambiente: Promueve el aprendizaje del cuidado del entorno y la comprensión de la corresponsabilidad en su mantenimiento y preservación.