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Yoga para Niños | Rutina y Ejercicios

Puede que te parezca una locura, pero en realidad practicar yoga con los niños es una excelente idea. Por imposible que parezca que se concentren y logren los movimientos, para ellos será muy fácil y divertido hacer los asanas. Además, son múltiples los beneficios que pueden obtener y para ellos será como un juego.

La edad recomendada para iniciarlos en el yoga es a partir de los 4 años. En este momento ya tienen un mejor control de sus movimientos y son capaces de seguir instrucciones.
Estos ejercicios les ayudarán a relajarse, reducir tensiones, a la vez que facilitan la concentración y autocontrol. Asimismo, estimulan la creatividad y favorecen la postura

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Beneficios del yoga para niños

A través del yoga,  los niños aprenderán a controlar su respiración, lo cual resulta indispensable para alcanzar el dominio físico y psíquico.

Entre otras ventajas, los niños lograrán:

Potenciar el desarrollo y destreza de los músculos motores. Esta actividad favorece la coordinación y el equilibrio. Adicionalmente, obtendrán una mayor fuerza muscular y un mejor sentido del ritmo e incrementarán la fuerza muscular. Muchos fisioterapeutas recomiendan el yoga para niños con problemas motores.

Mayor flexibilidad en las articulaciones. Aunque los niños son muy elásticos, estos ejercicios les permitirán mantener esa flexibilidad cuando crezcan.

Mediante la respiración y los asanas podrán mejorar sus hábitos posturales y fortalecer los músculos que soportan la columna vertebral. Los asanas suponen un masaje de los órganos internos y estimulan la circulación sanguínea.

Los beneficios del yoga no se limitan al aspecto físico, sino que también ayudan al bienestar psíquico.

Los niños tímidos aprenderán a perder el miedo a relacionarse y, en general, mejorarán su autoestima. Al fomentar la confianza en sus capacidades obtendrán un excelente refuerzo positivo.

El yoga ayuda al control y manejo de las emociones. Aprenderán a lidiar y canalizar la frustración y la ira, reduciendo sus niveles de estrés. También les enseña a desarrollar la paciencia, permitiéndoles experimentar momentos de calma y relajación.

Al estar más en contacto consigo mismos y con el entorno, perfeccionarán sus capacidades sensoriales.

La práctica del yoga conlleva ejercicios de estiramiento que favorecen la mejora postural y reducen las tensiones musculares.

Los pequeños lograrán un mejor desarrollo de la atención, memoria e imaginación. El yoga permite canalizar la excesiva energía física de los niños. Incluso los pequeños hiperactivos, aprenderán a relajarse y mejorarán su capacidad de concentración.

Esta disciplina permite a los niños relacionarse con otros de forma no competitiva. De esta manera, pueden aprender a trabajar en equipo y mejorar sus capacidades de comprensión e interacción con los demás.

Aspectos a considerar en las clases de yoga para niños

Para que la práctica del yoga sea una actividad placentera para el niño, debe establecerse una rutina que atienda a sus necesidades. En primer lugar, es importante tomar en consideración el temperamento del niño para planificar determinados tipos de ejercicios. En

En función de estas características se pueden organizar grupos que tengan similitudes en su personalidad y desarrollo físico.

En este sentido conviene identificar:

  • El desarrollo motor del niño: de acuerdo a la frecuencia y rapidez de sus movimientos.
  • Los patrones de las funciones fisiológicas: hay que considerar la regularidad de sus horarios de sueño, comidas, etc.
  • Capacidad de adaptación a las nuevas experiencias: su reacción cuando conoce a personas nuevas o se introducen cambios en las rutinas nos darán indicios de su grado de amoldamiento.
  • Grado de dificultad o estímulos necesarios para llamar su atención.
  • Capacidad de concentración y habilidad para centrar su atención sin desviarse ante estímulos periféricos.
  • Duración de sus periodos de atención ininterrumpida cuando realiza una actividad simple, como ver televisión o jugar.

Cantidad de participantes en una clase de yoga

Por otra parte, es conveniente limitar número de participantes en las clases de yoga para niños. Como máximo se aconseja trabajar con grupos de hasta 15 niños, con características y edades similares.

Esto permitirá tener un mejor control y hacer una supervisión individualizada de la ejecución de las posturas.

En cuanto al vestuario, los niños deben llevar prendas holgadas, que les den libertad de movimiento. La idea es que se sientan cómodos y relajados.

Área de Práctica

Asimismo, el área de práctica debe ser un espacio limpio y despejado. Preferiblemente con buena iluminación natural y adecuada ventilación. Pueden disponerse colchonetas o alfombras suficientes para todos, en las que puedan apoyarse.

Aunque el yoga puede practicarse a cualquier hora, en el caso de los niños es preferible hacerlo en las mañanas. De esta manera nos aseguraremos de que el pequeño no tenga sueño ni esté cansado por las actividades del día.

Recomendaciones generales para la práctica del yoga infantil

Tal como hemos dicho, la práctica del yoga debe ser presentada como una actividad lúdica. De esta manera ganaremos la atención del niño y será más fácil que se mantengan centrados en la actividad.

Con respecto al orden y secuencia de los ejercicios, se debe comenzar trabajando la respiración. Cuando el niño logra aprende a controlar el ritmo de las exhalaciones e inhalaciones se relaja y se concentra mejor. Así estará más preparado para seguir los asanas y tendrá un mayor dominio de su equilibrio.

Los estiramientos servirán de calentamiento para la ejecución de las posturas. Recordemos que el objetivo de estas es trabajar desde afuera hacia adentro. Es decir, mediante el control del movimiento de las extremidades, lograr la relajación del interior del cuerpo.

El yoga para niños tiene un ritmo particular y los avances pueden ser más lentos que en las clases de adultos. El aprendizaje de las posturas es el último paso y no debe enfocarse como una actividad exigente o muy estricta. Si bien es necesaria la práctica, hay que evitar la repetición continua de los ejercicios. De lo contrario, el niño podría aburrirse y desistir. Aunque no se haya alcanzado una buena ejecución del movimiento, es preferible variar las posturas y alternarlas.

El éxito de los ejercicios de yoga con niños dependen de la motivación y buen ánimo de los pequeños. Para ello nada mejor que guiar la rutina con una actitud paciente y positiva.

Ejercicios de Yoga

Saludo al Sol

Toda rutina de yoga para niños comienza con el ejercicio de saludo al sol.

Yoga Montessori

 

Experiencias de Papas llevando a sus hijos a Yoga

 

El primer día que llevamos a Violeta a Yoga nos pareció que no iba a funcionar mucho. Porque era muy pequeña, y no conocíamos a ningún niño que ya asistiera. Nos sorprendió que habían como 8 niños en la primera clase. Los cambios fueron muy notorios y mas rápidos de lo que imaginábamos. Porque hablaba con mas claridad, demostraba mayor seguridad con la relación con los demás. Al ver esos avances decidimos también nosotros comenzar con las clases en el mismo centro.

Cristina, mama de Violeta de 4 años.

 

Empezamos a llevar a Manuel al Yoga cuando tenia 7 años, porque era inquieto y queríamos que comenzara a conectar con el mismo.

Alfonso, papa de Manuel de 7 años.